sábado, 5 de septiembre de 2009

Cuando viene la escasez

Todos sabemos cómo vivir y controlar los ingresos en los buenos tiempos, cuando el trabajo no es un problema, cuando la salud está bien, cuando nos sonríe la vida y algunos, en ese estado de bienestar, incluso hacen aportaciones a causas sociales, a causas solidarias.
Pero ¿qué pasa cuando nos vienen mal dadas?
¿Cuando alguien enferma y durante largo tiempo cobra el subsidio de paro?
¿Cuándo alguien pierde el empleo y es el único sustento de la familia?
¿Cuándo varios miembros de una familia tenían un empleo y pasan a ser desempleados?
¿Cuándo fallece el marido y la mujer ve recortados los ingresos y debe inventarse como sobrevivir cada día?
Podríamos estar largo rato enumerando casos en los que el estado del bienestar deja de existir y surgen dramas auténticos, no esos dramas de tomar una cerveza algo más barata, no comprar tanta ropa o ir de vacaciones a algún lugar cercano ,no, dramas que significan comer o no comer, superar o no la enfermedad, en definitiva poder vivir o sobrevivir e incluso morir.
Hay quienes no se ven afectados por estas circunstancias y continúan su vida sin percatarse de lo que sucede, a veces sin importarles siquiera.
Quienes sí deben saberlo bien son los Servicios Sociales, éste es el primer punto al que se dirigen las personas en situación de necesidad y de ahí deben alertar a los Ministerios correspondientes para que pongan remedio a la situación.
¿A dónde queremos llegar con esto? Pues fácil y sencillo.
* No se han oído las protestas de algún Partido Político sobre la inyección de capital a los Bancos.
* Se aplaude la rebaja de cotización de la SS para los empresarios ( aún los tendremos que subvencionar para que no pierdan su % de beneficios).
* Se aplaude la supresión del impuesto sobre el patrimonio (a quien lo tenga), Pero……..cuando llegamos a la propuesta de :
* Subir los impuestos por tramos, que paguen más los que más tienen
¡ acabáramos! Se mentó "la bicha".
La solución que se apunta es "RECORTES SOCIALES" estos "recortes en el gasto social" que piden los mismos que se benefician y aplauden lo anterior.
Si en época de bonanza se ha mantenido un estado del bienestar para todos, ¿no es justo que cuando vienen mal dadas seamos solidarios con los más desfavorecidos?
Si alguien tiene unos impuestos más altos es porque vive mejor y puede hacerlo, también se beneficia de esos impuestos que revierten en forma de servicios (educación, sanidad, carreteras, transportes, subvenciones…..etc), entonces.....
¿Por qué esa cicatería en colaborar con los que están en peor situación económica y no precisamente porque hayan tenido libertad para elegir?
¿Por qué en lugar de aportar soluciones y trabajar con el Gobierno en medidas para paliar la situación se entretienen algunos Partidos Políticos en criticar cada propuesta, cada programa?
El mercado laboral en España subió elevado en una burbuja inmobiliaria que era el asombro de Europa, ningún país tenía ese ritmo de crecimiento y la especulación inmobiliaria se disparó arropada por cargos públicos que se dejaron corromper ebrios de poder y gloria, se creían intocables. Al pincharse esa burbuja (que no hacía falta ser experto para saber que ocurriría) nos trae como resultado, junto con el descontrol del gasto internacional, la situación que hoy padecemos. Algunos apuntan en el "haber" de su PPartido la época de bonanza y en el "debe" del adversario las consecuencias de sus acciones.
Más aún, empresas que especularon y multiplicaron los beneficios durante años ahora piden ayuda al Gobierno (de todos), cargos políticos que cobraron comisiones millonarias y derrocharon el DINERO PÚBLICO (de todos también) se rasgan las vestiduras porque se les in-ves-ti-ga pero el dinero ... ni aparece ni se de-vuel-ve.
Hipocresías a un lado, pongámonos en la situación del más desfavorecido , apliquemos una dosis de justicia y unos gramos de solidaridad, esa que acompaña a toda persona de bien, de manera que contribuyamos a redistribuir los beneficios (pagando un poco más en los impuestos por ejemplo) para que , como oí decir en una ocasión a Saramago "el pan sea dieta obligatoria", que a nadie le falte el sustento.
Es lo menos que como ciudadanos podemos hacer, no necesitamos ir a países exóticos y lejanos a paliar las hambrunas, fíjate bien, quizá en la puerta de tu casa tengas a quien remediar, pero si lo haces que no sea caridad sino justicia social.

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