domingo, 18 de octubre de 2009

CABALLEROS

Dos caballeros llegan al Castillo en tierras Castellanas, ninguno de ellos es El Cid Campeador, estos no tienen caballo, son del Siglo XXI y llegan en automóvil uno… de la Meseta, otro… de la Costa Valenciana.
Vienen embozados sin tener capa, ocultan el rostro y hasta la intención a sus aliados (que nadie advierta nada).
Toman asiento en lugar discreto y piden pitanza, algo frugal, no está el horno para bollos.
Se miran a la cara (para reconocerse) asoma la desconfianza en los ojos del barbado, el lampiño muestra su gesto de mártir de estampa y se confiesan lo inconfesable mientras "la dama " ignora este encuentro en sus dominios.
El barbado lleva espada pero el filo no corta, el lampiño desarmado y lloroso ante él pide clemencia y...tiempo, sabe que se lo dará y sigue jurando fidelidad , no levanta la voz, habla entre susurros, alguna lágrima rebelde resbala rápida hasta la boca temblorosa .
De lejos parecen amigos intercambiando secretos; el barbado hace ademán de sacar la espada pero se contiene ante la visión de la lágrima (sólo llora por un ojo) del lampiño que pasa de la sonrisa melíflua al llanto unilagrimal.
Parece que pactan y se distiende el ambiente, el lampiño se ajusta el traje poniendo la cinturilla en su sitio, así de buena planta para la galería como a él le gusta, el barbado abrocha un botón de la chaqueta y cada cual a su corcel de ...taitantos caballos.
Al día siguiente la plaza es un hervidero, descubierto el encuentro se supo que en el castillo hablaron de......CHORIZOS.