miércoles, 25 de febrero de 2009

"REPUBLICANOS ESPAÑOLES" EN MAUTHAUSEN






En mi primer viaje a Austria fui a visitar el campo de concentración nacionalsocialista de Mauthausen, uno de los innumerables campos que el régimen nazi levantó entre 1933 y 1945 en casi toda Europa para aniquilar y explotar a sus adversarios.
Entre los años 1938 y 1945 decir Mauthausen causaba espanto, era sinónimo de muerte a consecuencia del trabajo esclavo en las canteras, allí fueron exterminados más de 105.000 hombres y mujeres.
Para que la posteridad recuerde lo que significó la tiranía nazi de la Alemania hitleriana el Gobierno Austriaco, en colaboración con antiguos reclusos, ha edificado en este terreno un monumento que sirva de advertencia y homenaje a la vez.
Quiero con lo dicho ambientar por si algún lector desconoce qué es Mauthausen y dónde está.
Se llega al campo subiendo una pequeña colina.
Al entrar hay un silencio sobrecogedor casi nadie habla y si lo hacen es apenas un bisbiseo, hay un gran libro por si alguien quiere anotar algo, firmar, en fin lo que cada cual considere pero no había mucha gente que escribiera.
Algo me llamó poderosamente la atención, los distintivos de los presos, fue la primera vez que supe que a los españoles que llegaron en 1940, algunos de ellos niños y adolescentes, los consideraban apátridas y los denominaban “republicanos españoles”, llevaban como distintivo un triángulo azul con la letra S. El 3 de mayo de 1945 había 2.184 españoles en este campo de exterminio.
Insisto en el silencio y sobrecogimiento que se respiraba (el día gris lo hacía más patente) tanto en los barracones y patios al aire libre como en los sitios cerrados.
Al llegar a los hornos crematorios el silencio y la emoción se hacían insoportables, cientos de placas de techo a suelo con dedicatorias a personas o colectivos cubrían las paredes y se veían lágrimas silenciosas en los rostros de los visitantes; dentro de los hornos crematorios había flores única nota de color entre tanta oscuridad, la gente giraba de un lado a otro sin saber cuándo salir.
Allí había placas dedicadas a españoles por personas particulares y alguna Institución, dedicadas a esos “republicanos españoles” sin patria, nuestros compatriotas, que casi nadie en nuestro país conoce ni sabe que estuvieron allí.
Durante el recorrido se pasaba de un sobresalto a otro al ver en vivo y en directo las atrocidades, la frialdad de cifras y datos.
Casi al final del recorrido del sótano, en una vitrina leí algo en español y me emocionó ver que en la foto de la liberación del campo el 7 de mayo de 1945, sobre el portón de entrada, dando la bienvenida a los carros de combate estadounidenses, estaban presos españoles con una pancarta escrita en español “Los españoles antifascistas saludan a las fuerzas de liberación”.
Había varias vitrinas con cartas y postales de españoles, la letra primorosa, letra de cárcel .
Antes de salir al exterior de nuevo había otro libro para escribir cada cual lo que quisiera, esta vez había que hacer cola para hacerlo.
Ya en el exterior, en la explanada , se encuentran los Monumentos de las naciones, monumentos que 19 Naciones han levantado en homenaje a las víctimas entre ellas está España dedicado a “los republicanos españoles” (los que lucharon en el ejército de la República española contra el General Franco entre 1936-1939).
Después de esta experiencia y a pesar de saber y haber leído acerca del nazismo y sus consecuencias algo te corroe por dentro y surgen las preguntas.
¿Por qué conoces más de lo sucedido en otros países que del tuyo propio?
¿Cuántos españoles “desaparecieron” en campos de exterminio en otros países?
¿Cuántos españoles “desaparecieron” en campos españoles?
¿Cuántos “desaparecidos” en cunetas, en campos, quedan por rescatar en nuestro país?
LEY DE MEMORIA HISTÓRICA. Bien pero insuficiente.
¿A quién le molesta que las familias afectadas y silenciadas durante 70 años recuperen los cuerpos de sus seres queridos?
¿A quién corresponde excavar , autorizar, financiar la apertura de esas fosas?
Hablamos de abrir heridas pero para abrir antes tendrían que cerrar y aún no han cerrado. Esta etapa es una hoja en blanco que cualquier día, cuando se pierda en la memoria "alguien" rellenará a su antojo sin testigos ya.
Quiero que mi país sea libre, que dentro del Sistema Educativo dé tiempo a estudiar la Guerra Civil y sus consecuencias, que ningún muerto sea silenciado, que se pongan nombres a los sin nombre de las cunetas, de las tapias, que se haga justicia a las injusticias cometidas y que todos sepamos esa parte anestesiada de nuestra historia que se nos hurta para que no se repita.
No se justifica el conocimiento de “esa parte tabú” de nuestra Historia porque algunos supervivientes y estudiosos hayan publicado libros bien documentados.
Todos los españoles, todos, tenemos derecho a conocer desde la Escuela a la Universidad esa “Historia de España Jamás Contada”.