domingo, 3 de marzo de 2013

INMIGRANTES Y MENDIGOS




Es frecuente ver en las calles de nuestras ciudades a personas tendiendo la mano o clavados de rodillas recitando como una letanía :“dame para una barra de pan” , “ dame para comprar un  bocadillo”. O con carteles al lado en los que las variantes son pocas “estoy en paro”- “ yo pido no robo” - “dame una ayuda para mis hijos”- “llevo tres años en el paro”-”no tengo para comer”.Todas ellas tienen  un objeto al lado en el que poner las monedas que cada cual tiene a bien depositar allí y  una bolsa para poner  los alimentos que reciben de los viandantes.
Hasta aquí un retrato de situación que no se veía en España desde los años 50.
Las personas que vemos es tan variada como nuestra sociedad, son gentes que hasta hace poco vivían sin lujos pero no les faltaba comida en la mesa. Hoy dependen de la caridad de personas e Instituciones.
Pero aparece un matiz dentro de la pobreza.
Se empiezan a ver carteles con una distinción: “Dame una ayuda yo soy 100% español” y parece que funciona.
He observado que estos carteles se repiten cada vez más en diferentes ciudades queriendo marcar  clases sociales  dentro de la pobreza: la del “100% español” frente a “los otros, los inmigrantes” sobre los que también se abaten las carencias que atenazan a nuestra sociedad.
¿Aparecerá la clase social del “50% español” o la del “25% español”.?
Siguiendo esta escalada ¿habrá que  demostrar  para poder acceder a un puesto de trabajo mal pagado  tener  ocho apellidos españoles?
La necesidad es lo que  nos iguala en estos duros  momentos y la solidaridad se debe ejercer sin entender de credos o nacionalidades.
 No extendamos la xenofobia también entre las personas más necesitadas aprovechando la coyuntura. Ellos , los inmigrantes, no son los culpables de nuestra pobreza, la sufren también.